CUENTOS
TRES FRONTERAS
EDGARDO COZARINSKY
(Emecé - Buenos Aires)
Edgardo Cozarinsky emplea la anécdota histórica y, con gran destreza, arma un conjunto de ficciones documentales en las que desfilan personajes de épocas y geografías diversas en juego de cajas chinas.
El narrador siempre mira hacia un pasado y remata, en muchos casos 20 o 30 años después, tramas inconclusas.
En “El ídolo de Begoylu”, encuentra en Estambul las claves de la historia de la bailarina, cuya foto el turco les mostraba a los conscriptos en el Paseo Colón. En “El fantasma de la Plaza Roja”, descubre los rastros de la actriz húngara Franziska Gaal junto a Stalin.
En el tono y el armado de las narraciones, se reconocen las lecciones de Jorge Luis Borges. Cozarinsky no intenta develarnos todos los enigmas. Como en Borges, la ficción y el documento se mezclan con sutileza y el dato es utilizado discrecionalmente.
En todos los casos, la Historia se dice en las historias singulares, y mágicos hilos se tienden entre mundos distantes. La belleza de los relatos está en la aparente sencillez de una literatura que disimula cualquier esfuerzo y aproxima la letra a la voz. Como los grandes narradores, Cozarinsky logra una complicidad poco común del lector.
(c) LA GACETA
Carmen Perilli